Los concursos de prime-time que están triunfando en la actualidad poseen como ingrediente principal el reality. No importa la cuantía del premio, sino quién, cómo y por qué lo gana. Las clásicas mecánicas han sido sustituidas por las puesta en escena y, sobre todo, por la personalidad de los participantes. Un giro copernicano que han de tener en cuenta los creativos a la hora de desarrollar espacios de este tipo.