Despacho de guionista

Plan para escribir un guion de largo en 6 meses

¿Te planteas escribir un guion de largometraje?

¿Quizá para presentarlo a un concurso o a una productora?

Te cuento un secreto.

Lo mejor es planificar cuánto tiempo vas a dedicar al guion dividiéndolo en fases y, a su vez, éstas, en pequeñas subfases.

Si no lo haces corres el peligro de divagar o, peor aún, de ver que el final está tan lejos que te da pereza escribirlo o piensas que no tienes el tiempo suficiente para abordarlo.

Así que he decidido hacerte un plan de escritura.

Son seis meses, tiempo de sobra para escribir un guion. Y lo puedes compaginar con tus estudios, tu trabajo aparte de la escritura o con tu otro trabajo de guionista en un programa de televisión o en cualquier otra labor que requiere la mente y las manos de un guionista.

Y sí, lo puedes compaginar, porque pienso que es suficiente con que dediques tres horas al día de lunes a viernes. Y, si no tienes esas tres horas cada día, te las puedes distribuir como quieras incluyendo los fines de semana. Basta con que le dediques 15 horas a la semana. Araña tiempo de levantarte un poco antes o de acostarte algo más tarde. Merece la pena.

Vamos allá con las diferentes fases.

1. La idea (una semana)

Te dejo una semana, es decir, 15 horas, para decidir sobre qué quieres escribir. No te quedes con la primera idea. Valora varias y decídete finalmente por una. Tu idea puede surgir de una noticia que leas en la prensa o veas en la televisión, de una historia que te hayan contado, de un universo que quieras explorar, de algo que hayas visto en la calle o de muchos otros sitios.

Aquí te conté de dónde puede surgir la inspiración.

No es necesario que termines esta semana con un logline. Quizás al acabar solo tengas un universo. Por ejemplo, el narcotráfico en el estrecho de Gibraltar o la Iglesia de la Cienciología.

No te preocupes, porque luego viene….

2. La documentación (un mes)

Como te expliqué en este post, esta fase es fundamental para dar autenticidad y verosimilitud a tu historias. Y, además, te servirá para inspirarte y coger muchas ideas. Incluso, a lo mejor, te sirve para variar el logline que tenías pensado.

Para documentarte sobre el tema que has pensado en la fase 1, bucea por internet, lee libros relacionados (del mismo periodo histórico, del mismo tema, del mismo universo o universos parecidos), ve películas y documentales relacionados, escucha música que te inspire, entrevistaste con personas para conocer el tema en profundidad y, si puedes, ve a conocer el entorno y observa mucho.

3. La sinopsis, personajes y el tratamiento (un mes)

Después de toda la fase de documentación ha llegado el momento de construir la estructura de tu historia y de diseñar unos personajes.

Coloca a tu protagonista frente a un conflicto (interno y/o externo), búscale un antagonista (un personaje o una fuerza).

Ponle un objetivo y obstáculos para lograrlo que vayan in crescendo.

Define bien los tres actos, así como el primer y el segundo punto de giro de la trama.

Haz que el comienzo sea impactante, pero que el final lo sea aún más.

Huye de lo obvio y de los clichés, que tu objetivo sea sorprender al espectador.

Trabaja el tratamiento y los personajes hasta que todo funcione.

4. La escaleta (dos semanas)

Parte del tratamiento y divídelo por secuencias.

Sé más concreto en cada secuencia de lo que lo has sido en el tratamiento.

Asegúrate de que cada secuencia tiene un avance. Que el valor del personaje protagonista de la secuencia cambié con ella. Que no salga igual que ha entrado.

En cada secuencia de la escaleta debe estar clara la estructura interna. Es decir, debe haber un planteamiento, un nudo y un desenlace, aunque sean mínimos. Aunque sea en un conjunto de escenas.

Revisa y asegúrate una vez más de que todo funcione, de que la historia vaya in crescendo, de que estén claros los conflictos de los personajes, de que que estén bien definidos los obstáculos.

5. Primera versión de guion (un mes)

Una vez tengas la escaleta definida, toca escribir el guion.

Asegúrate de no ser demasiado literario ni en las descripciones, ni en las acciones ni, por supuesto, en los diálogos.

Comprueba que cada secuencia tiene su estructura interna una vez más.

Recuerda que una escena no es una secuencia. Es decir, que una secuencia puede estar formada por una serie de escenas.

Te conté aquí cuál era la diferencia entre una escena y una secuencia.

Trata de que cada diálogo de cada personaje vaya en consonancia con su personalidad. Cada uno debe tener su voz propia.

Piensa en visual. Todo lo que se pueda contar con imágenes no lo cuentes con diálogos.

Es muy importante que queden claros y nítidos los giros.

6. Reposo (una semana)

Deja reposar tu guion durante una semana.

Ni abras el archivo donde tienes guardado el guion.

Dedícate a otras cosas: otros guiones, hacer deporte, ir a la compra esa que no haces desde hace tres meses, ir al cine o ver series en casa.

7. Segunda versión de guion (dos semanas)

Vuelve a tu guion.

Léelo de nuevo del tirón.

Piensa si funcionan la estructura, los conflictos de los personajes.

Si la respuesta es negativa, piensa cómo arreglarlo.

Si la respuesta es positiva, analiza si funcionan las diálogos.

Ya te digo yo la respuesta: NO FUNCIONAN.

Escribir es reescribir. Y escribir diálogos, más todavía.

Piensa en reducir los diálogos lo máximo posible. En decir lo máximo con el menor número de palabras.

No repitas ideas.

Naturaliza los diálogos y ponlos en personajes.

Léelos en voz alta para ver si funcionan.

Piensa si los diálogos tienen subtexto, si ocultan la verdad con otras palabras. Esto es fundamental.

Elimina todos aquellos diálogos que puedan ser sustituidos por una acción o por una descripción de algo que se ve.

Lo mismo ocurre con la línea de acción. Haz que las descripciones tengas las palabras necesarias y precisas. Que la acción enganche al lector del guion tanto como los diálogos.

Tienes que ser un copywriter también en la línea de acción.

Y una vez que termines la segunda versión…

8. Tercera versión de guion (dos semanas)

Repite todos los análisis que has hecho en la versión anterior intentando ser mucho más fino.

Todo tiene que quedar perfecto.

Dicen que no existe un número máximo de versiones. Que todo depende del plazo de entrega. Que ése es el límite.

Es decir, podrías repetir este ejercicio de revisión más veces.

Pero yo creo que con tres versiones de guion ya puedes…

9. Dar a leer tu guion (dos semanas)

Una vez más, apártate de tu guion.

Dáselo a gente de tu entorno para que lo lean y te den su opinión.

Recuerda que se lo puedes dar a leer a tu pareja o a un amigo/a siempre y cuándo esa persona te diga la verdad de lo que piensa.

No basta con dárselo a leer a alguien para que te diga lo bueno que es solo porque te quiere.

Al contrario, necesitas opiniones sinceras.

Por eso lo mejor es dárselo a leer a profesionales del guion que, aunque sean amigos tuyos, te den feedback verdadero.

Y, si lo que quieres es una opinión más profesional, contrata un servicio de análisis de guion.

Yo, por ejemplo, ofrezco un servicio de análisis de guion profesional.

Necesitas saber lo que funciona y no funciona y, sobre todo, la opinión de alguien externo, alguien que no está tan imbuido en la historia como tú estás.

Una vez recogido ese feedback de amigos, de amigos guionistas y/0 de un analista de guion, ya puedes pasar a…

10. Última versión de guion (dos o tres semanas)

Con todo el feedback recogido y el reposo que tú has hecho de tu guion de nuevo por dos semanas, tienes para mejorar esa última versión.

Así podrás hacer de nuevo los cambios de estructura que sean necesarios.

Podrás pulir los diálogos haciéndote todas las preguntas posibles sobre ellos.

Deberas afinar la línea de acción para que tenga las palabras precisas para que se entienda la película.

Y solo después de tener esta última versión de guion, podrás presentar tu obra a concursos o productoras.

¡Buena suerte!