Persigue tu pasión y escribe desde el corazón

Parece obvio, pero para mucha gente no lo es tanto. Tienes que trabajar en lo que te guste, en algo que te apasione. Y, si tienes claro que tu pasión es escribir guiones, lo que has de saber es que te tiene que gustar. Porque si un trabajador por cuenta ajena vive para su trabajo unas ocho horas diarias, cuarenta horas semanales, cuando eres guionista, has de vivir para tus obras veinticuatro horas siete días a la semana. Y, claro, mal asunto si no te gusta lo que haces, porque te convertirás en un desgraciado.

Me pregunto qué habría pasado si a Leo Messi le hubieran dicho cuando era pequeño que no jugara al balón. Que dejase su pasión aparte y se dedicara a estudiar o a encontrar un trabajo normal. Hay que apostar porque  los niños y los jóvenes se dediquen a lo que más les gusta y a lo que se les da mejor, que en algunos casos estará relacionado con estudios oficiales, pero en muchos otros con un desarrollo artístico o creativo como ocurre con la escritura de guiones.

Cuando tienes una pasión, lo haces simplemente porque te gusta, incluso pagarías por hacerlo. Ojo, esto no quiere decir que trabajes gratis. Solo debes trabajar gratis en un proyecto que te apasiones de verdad, que sea tuyo y cuyo objetivo sea finalmente rentabilizarlo.

Voy a indagar un poco más en eso de la pasión.

Hace unos días estuve en una charla de Pablo Berger, el guionista y director de películas como ‘Torremolinos 73’, ‘Blancanieves’ y ‘Abracadabra‘, un cineasta diferente, sin lugar a dudas.

Normalmente, cuando eres guionista, muchas veces escribes en series que no verías o sobre ideas que se les han ocurrido a otros y te han encargado desarrollarlas.

Berger afirma que eso no lo ha hecho nunca, que él, por ejemplo, no piensa en lo que puede gustar al público a la hora de escribir. Afirma que escribe lo que a él le gusta, lo que le gustaría ver en pantalla, lo que le sale del corazón.

Esto, unido a que lo que a él le gusta suele ser peculiar, diferente, fuera de lo común, posiblemente sea la causa de su escasez de obras: tres películas en 15 años. Sin embargo, cuando finalmente podía convencer a un productor para rodar la película y encontrar la financiación, sus obras han sido rentables.

Así que su consejo es: «Haz lo que te salga del corazón». Déjate llevar.

Escucha a los demás guionistas, pero busca tu propia fórmula, tu propio estilo. Sé positivo y no te obsesiones con encontrar lo que te gusta. No te preocupes, porque si estás abierto a ver, leer o escuchar, tu estilo te encontrará a ti. Lo decía Jorge Valdano: el gol no se busca, se encuentra.

¿Que todavía no lo has encontrado? Mira el lado positivo en encontrarte en un estado de duda. En esta situación tienes que tener mucho cuidado de no sucumbir a la tentación de encontrar cuanto antes tu voz. Las prisas nunca son buenas consejeras, y menos en el mundo del guion. La mayoría de los problemas de un libreto mal escrito es por culpa de la falta dedicación, ya sea por desidia propia o por imposición de los malditos plazos. La creación de cualquier guion lleva mucho esfuerzo y, por este motivo, no hay que tomar decisiones a la ligera. Si no lo tienes claro, sigue dándole vueltas a la imaginación. Seguro que llegará un momento en el que tu corazón te gritará:

¡Esa es la idea! ¡A por ella!

Ahora bien… ¿significa esto que debes rechazar cualquier encargo que no te convenza o que no te llene? La respuesta es no, sobre todo si necesitas el dinero para comer o pagar el alquiler. Siempre es mejor escribir guiones, sean como sean, que trabajar de camarero o en otro trabajo para el que no estabas destinado.

Eso sí, siempre debes guardarte el patio de tu recreo. Es decir, si trabajas para un programa de televisión, una serie o un tipo de película que no te llenan, debes guardarte tiempo y esfuerzo para tu proyecto personal, ése que verdaderamente te llena, el que marcará tu estilo, aquel que puedes decir con todas las letras que es tu verdadera obra.

Y una vez que lo hayas terminado, a luchar por él. A llamar a todas las puertas. A conseguir que los productores se lo lean primero y, después. quieran pegarse por encontrar la financiación.

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