Lugares en los que aislarte del mundo para escribir el guion de tu película

Por LUIS MURILLO ARIAS 

Se acaba 2015. Ahora llegan la capa de Ramón García, las uvas, la fiesta de fin de año, la resaca del día 1, el no volveré a beber, el roscón de Reyes, los regalos y el abono al gimnasio para eliminar todas las calorías que hemos ingerido en Navidad.

Puede que seas el agraciado al que le ha tocado la lotería de Navidad o te tocará la del Niño, pero lo más probable es que seas como yo, que jugaste poco y ganaste nada.

José Luis, uno de los suscriptores de este blog, no ha ganado la lotería (que yo sepa) pero sí ha sido agraciado con el ejemplar en papel del libro Currículum Mortis, una novela que otra cosa no, pero entretener, entretiene un rato. Y ése era el objetivo.

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Un libro es una compañía perfecta para realizar un viaje durante un año. Y un viaje de un año o varios meses es una idea perfecta para aislarte del mundo y escribir el guion de una película.

Si sientes pasión por tu trabajo como guionista, como me pasa a mí y, además, eres también un apasionado de los viajes, como también soy yo, una escapada de varios meses para encontrarte a ti mismo y alcanzar la tranquilidad necesaria para escribir puede ser la combinación perfecta. Lejos del mundanal ruido. Tú sólo o en compañía de pocos. Con tu portátil. En mi caso yo no voy a ningún sitios sin mi Macbook Air, que tiene todo lo necesario para escribir el mejor guion del mundo.

Yo lo he hecho en varias ocasiones a lo largo de mi vida como guionista y, anteriormente, solo periodista. Necesitaba romper con todo. En mi primer periplo me estuve durante cerca de un año en Australia. Años más tarde pasé casi dos meses en Brasil y, posteriormente, recorrí durante tres meses otros países de Sudamérica.

En todos los viajes dediqué parte de mi tiempo a trabajar y a escribir. No sólo te alejas de todo, sino que también encuentras cosas que alimentan tu inspiración y enriquecen tu creatividad.

En otras ocasiones he realizado viajes estancos a un solo lugar con el único y exclusivo objeto de empezar y acabar un trabajo.

Eso que aparece en las películas del escritor que se aísla del mundo para encontrar a las musas.

Precisamente estos días en los que se celebró la lotería de Navidad, redactores y guionistas de En la tuya o en la mía, programa de Bertín Osborne, fantaseaban con la idea de escapar a Tailandia para celebrar un hipotético Gordo de Navidad que nunca llegó.

Y eso me hizo acordarme de mi primer lugar donde me iría a escribir ese guion de éxito, ya sea en las críticas o en lo comercial.

PAI  (TAILANDIA)

Algunos lo llaman paraíso perdido. Otros dicen que es un refugio bohemio. Lo cierto es que probablemente hace más de 15 años, cuando aún no se había puesto de moda entre los turistas, su ambiente de espiritualidad era todavía mucho más acusado y esto atrajo a artistas, músicos y soñadores para desarrollar su creatividad.

Cuando estuve allí, en 2009, pensé que sería un buen lugar en el que aislarse para escribir el guion de una película.

pai

Hay una gran variedad de hoteles y todos ellos disponen de wifi. Puedes alternar tu escritura con visitas a la selva, a los ríos y a las montañas, con rutas senderistas y respirar aire libre, con conciertos al llegar la noche y, por supuesto, sin dejar de darte un masaje casi cada día.

Te puedes alimentar a base de comida barata de los puestos callejeros como pad Thai,  tallarines con verduras o unos raviolis de pasta de arroz rellenos de cerdo. De postre, lo típico es tomarse un panqueque con dulce de leche y plátano. Exquisito.

Si así no vienen las musas, que te devuelvan el dinero.

Yo me alojé en el Hotel Romance, another story in Pai, intentando que se me pegara algo del nombre.

ITACARÉ (BRASIL)

Cuando viajé a Brasil en 2004 me compré la guía Lonely Planet, lo que tiene sus cosas positivas y negativas. Entre las primera está que es muy práctica y te indica sitios muy recomendables a los que ir. Lo negativo es que todo el mundo tiene la Lonely Planet y va a los mismos sitios.

En aquella época, Itacaré no aparecía en la guía. Pero en mi periplo hubo gente que me habló de este lugar y de que se trataba un paraíso del surf. Yo no surfeo, pero me gusta el ambiente que este deporte genera en la gente, lo que muchas veces es fuente de creatividad.

Itacare

Este lugar posee algunas de las playas más bonitas que he visto en mi vida, tropicales, con las palmeras en la misma arena, ríos y cascadas y un ambiente cultural muy apetecible.

Puedes escribir por las mañanas, pasear por las playas por la tarde y descubrir el forró y el reggae de las noches. Bañarte en sus transparentes aguas o practicar un deporte tipo canoa o rafting alimentará tu mente y las musas no se querrán alejar de ti.

Además, allí me pasó algo muy peliculero. Yo había vivido tres años antes en Australia y allí tenía una pequeña pandilla. Una de mis amigas era una chica suiza llamada Daniela.

Mi primer día en Itacaré me metí en un local a tomar una cerveza. De repente, alguien tocó mi hombro. Me giré y vi la melena rubia de Daniela, mi amiga de la que no había vuelto a saber desde Australia, en un pequeño pueblecito de Bahía, en Brasil.

Vamos, que lo pones en un guion y te llaman fantasmón.

Y este tipo de casualidad, créeme, inspira mucho.

Existen coquetos y recónditos hoteles entre los que puedes seleccionar el que más se ajuste a tus gustos y necesidades.

Yo me alojé en el Itacaré Village, bellísimo, con cabañas en plena naturaleza. El lugar perfecto para concebir el próximo éxito en taquilla o la película de culto que amarán los críticos más incisivos.

Byron Bay (Australia)

Durante el año 2001 viví en Australia y una de las escapadas que más me marcó fue el fin de semana que estuve en Byron Bay.

Según reza un cartel que puedes encontrar en el faro del Cabo Byron, es el punto más al este del continente australiano. Además, es un lugar con aire hippie, con una actividad nocturna digna de la Ibiza de los 70 y donde seguramente vas a coincidir con numerosos artistas de todo el mundo que, como tú, se han liado la manta a la cabeza para encontrar el mejor lugar para crear. En tus ratos libres entre secuencia y secuencia quizá puedas aprender surf, hacer yoga en la arena o volar en ala delta sobre el faro. Muchos acuden a los bosques tropicales cercanos a meditar y, además, se trata un pequeño paraíso para los asiduos a los productos ecológicos.

byron bay

Comida sana, buen rollo y todo el tiempo del mundo para profundizar en tus personajes, algunos de ellos se verán inspirados en la gente que conocerás en Byron Bay.

En Byron Bay me alojé en el Bali in Byron Bay, pero la oferta de alojamientos es amplia.

Tánger (Marruecos)

Hice una escapada a Tánger en 2010 y, aunque a priori no es un lugar especialmente bonito, me maravilló por diferentes motivos.

Ha pasado ya más de medio siglo desde que Tánger pasara de ser zona internacional a depender del reino de Marruecos. Pero lo cierto es que esta ciudad portuaria aún huele a ‘plaisir’, a bohemia, a artistas, a liberación religiosa, a mezcolanza de ascendencias y mantiene cierto atractivo sobre algunos nombres de la farándula y la política. Y es que los que venían en la época internacional, los que han seguido viniendo durante los cincuenta años posteriores, los que vienen ahora y seguirán viniendo buscan ese halo de inspiración artística, de sensualidad desatada y, digámoslo también, de liberación exótica del sexo.

Tanger

¿Cómo no va a servir de inspiración este lugar si encuentras el tranquilo y suficientemente insonorizado lugar de trabajo?

En este momento en el que el terrorismo yihadista nos asusta e inspira igualmente, como ya comenté en este post, Tánger es un lugar para abordar en tu guion este espinoso tema.

Yo me alojé en un hotel que no merece la pena, pero si pudiera elegir un sitio para escribir mi obra, tendría dudas entre el Hotel Minzah y el hotel Le Mirage. Este último es el favorito de Felipe González en sus escapadas a Tánger. Si ninguno de los dos te convencen o te parecen muy caros, tienes muchas más opciones.

Son sólo cuatro lugares elegidos por mí, pero cada uno tiene que encontrar el suyo, aquel que sea suficientemente tranquilo y, a la vez, inspirador, porque el entorno a la hora de crear y escribir un guion también es importante.