21 Sep Ideas polivalentes para cine
Por LUIS MURILLO MORENO
UN INTENTO DE DEFINICIÓN
Se entiende por “ideas polivalentes” los planteamientos de historias cinematográficas que parten de un tronco común. O lo que es lo mismo: que son variaciones de un mismo tema. Dicho de otra manera: que son parecidas pero no son iguales. O más claro y pedestre aún: cuando una película nos recuerda a otras muchas.
No debemos confundir los géneros cinematográficos con las ideas polivalentes. Un género abarca todas las películas que tienen el mismo tema. Una idea polivalente abarca todos los filmes que poseen el mismo planteamiento.
Con un par de ejemplos lo entenderemos enseguida:
Un género cinematográfico es el policial. Una de las ideas polivalentes de este género es el clásico planteamiento de “poli bueno-poli malo”.
El terror abarca todas las obras que pretenden atemorizar al espectador. Una idea polivalente del mencionado género es el de las mansiones malditas, embrujadas, infestadas, o como queramos llamarles.
¿Cuántas cintas hemos visto de polis buenos-polis malos…? ¿Cuántas de caserones donde ocurren fenómenos paranormales en forma de gritos o hachazos a tutiplén…?
Decenas, centenares… y las que veremos en el futuro.
IMPORTANCIA DE LAS IDEAS POLIVALENTES
El estudio y conocimiento de las ideas polivalentes encierra un gran valor para cualquier guionista. Son como faros que le ayudan a navegar en el proceloso mar de la creación cinematográfica. Facilitan una estructura base muy útil para trabajar sobre ella. Es decir, son como el armazón de un edificio en el que sólo hay que levantar las paredes y decorarlo.
Y lo más importante, trabajar con una idea polivalente te asegura una cierta complicidad de un determinado tipo de público. Porque, en realidad, quienes convierten en polivalente una idea son los espectadores acudiendo a las salas cuando se estrenan películas con el mismo planteamiento que ya conocen de ocasiones anteriores.
Y LA ORIGINALIDAD, ¿QUÉ?
El crear un guion a partir de una idea polivalente, en principio, no le resta ninguna originalidad a la película. Es decir, los patrones estructurales no condicionan necesariamente la creación cinematográfica.
La calidad del guion reside en el talento del creativo a la hora de transformar en secuencias una historia condicionada por el punto de partida. A Bardem y Berlanga le encargaron una película protagonizada por Lolita Sevilla, una folclórica de moda en aquellos tiempos, y ellos consiguieron una obra maestra del cine español con Bienvenido Mister Marshall.
Al juntaletras que firma este post, un productor le encargó “una peli de las que los críticos ponen a parir”. Y así fue. Le arrearon adjetivos peyorativos de todos los calibres cuando se estrenó y la verberaron con descalificaciones propias de las hordas tuiteras de hoy en día…
Pero funcionó en taquilla de prostituta madre…
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IDEAS POLIVALENTES MENOS CONOCIDAS
En base a todo lo anterior, podemos ya esbozar una definición bastante exacta del tema que estamos tratando:
Una idea polivalente es aquella que nos permite desarrollar varias historias partiendo de un planteamiento similar.
Y como están bastantes claras las que conforman los diversos géneros cinematográficos, yo te sugiero tener las tuyas propias. Así, siempre podrás echar manos de ellas. Te apunto tres que pueden ser el detonante de ricas y varias historias:
1.- El sentimiento de culpa.
Un personaje culpabilizado es capaz de llevar a cabo cualquier acción para liberarse del mencionado sentimiento. Por ejemplo, El maquinista, (2004), de Brad Anderson.
2.- Unidos por un interés.
Cuando varios individuos se ponen de acuerdo para llevar a cabo una simulación ante alguien con el objeto de conseguir algo. Por ejemplo: Nueve reinas, (2000), de Fabián Bielinski.
3.- La desesperación personal.
Cualquier personaje atenazado por un problema aparentemente insoluble, puedes hacer con él lo que quieras si alguien le ofrece la resolución de su problema a cambio de algo. Los ejemplos más claros los tenemos en todas las cintas protagonizadas por correos de drogas.
¿QUIERES QUE HAGAMOS UN ANÁLISIS DE TU GUION?
FINAL
Ya lo dijo el clásico: nihil novum sub sole, “nada nuevo hay bajo el sol”. Y menos en cine, le añadiría yo. Pero tampoco hay que obsesionarse con encontrar una idea, una historia super original. No es que no exista o pueda existir. Es que, en la mayoría de los casos, no es necesario que exista. Conocemos demasiados ejemplos en los que la búsqueda de la originalidad ha llevado al más espantoso de los ridículos.
Yo, para finalizar, me quedo con el axioma no escrito de que en el cine “suelen funcionar los tópicos bien hechos”.