Entrevista a Rita Nixon, autora de ‘El amor no es un invento de los poetas’

Por LUIS MURILLO ARIAS 

Como ya te dije, tengo intención de entrevistar a guionistas y escritores para que nos hablen de su experiencia, de cómo llegaron a abrirse hueco en esta industria y de cuáles son sus proyectos.

En este caso, la invitada es Rita Nixon, guionista, periodista y ahora también novelista. Coincidí con ella en un programa de televisión de un canal autonómico. Yo era guionista y ella entró como redactora. Entonces era muy joven.

Después, Rita ha trabajado como guionista en varios programas de televisión, como articulista y ha escrito varios guiones de cine, algunos de los cuáles en varias ocasiones han estado a punto de convertirse en películas. Estoy hablando de contratos firmados y preproducción casi terminada. Pero ya sabemos que a veces las cosas en el cine se tuercen sin saber por qué. Se doce que cuando se hace una película en España es un milagro.

Rita es apasionada por su trabajo, amante de contar historias en todos los formatos, sean reales o de ficción. Y, en este caso, es autora de una novela que se publica precisamente hoy: ‘El amor no es un invento de los poetas’. He tenido ocasión de leerla por deferencia de la propia Rita y me he reído y entretenido muchísimo. Ése era el objetivo de un libro que, por la colección en la que se publica, Divinity Books, de la editorial Martínez Roca, parece dirigido a lectoras, más que a lectores. Yo soy hombre y puedo asegurar que también me han enganchado las aventuras de su protagonista.

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Es ágil, ligera, divertida, descacharrante, no dejan de pasar cosas y creo, desde la distancia, que muchas y, ojo, también muchos, se van a sentir identificados.

Rita, hacía tiempo que no nos veíamos, desde que compartíamos aventuras en un programa de testimonios…

Sí, cuando nos conocimos yo estaba recién salida de la carrera. Ahora no voy a decir que estoy más madura, porque estaría mintiendo. A mí me pasa como a la protagonista de mi novela, que tengo treinta años pero sigo siendo una loca de la vida. El o la que diga que a los treinta ya se tienen las cosas claras se equivoca de medio a medio.

Yo te conocí en tus inicios. Desde entonces has escrito guiones de televisión y hasta de cine. ¿Puedes explicar a los lectores cómo empezaste y te abriste paso en la tele y en las novelas?

Bueno, yo estudié Periodismo y empecé a trabajar en programas de televisión como redactora. De ahí pasé a ser guionista y he participado en varios programas, fundamentalmente de humor. A mí me gusta también mucho la ficción. Incluso trabajé en una serie diaria como guionista. Y hasta con tres guiones de largometraje he estado a punto de ver mi nombre en los créditos del cine. Pero en las tres ocasiones en el último segundo se cayó el proyecto. Sigo moviendo mis guiones. También soy una gran lectora. Y tenía muchas novelas a medio escribir. Planeta contactó conmigo siendo guionista de un programa para escribir un libro sobre el funcionamiento del mismo. Aquello no salió al final, pero les pasé el boceto de mi novela y les encantó. O eso me dijeron. Decían que era ideal para la colección Divinity. Así que me puse manos a la obra y empecé a reescribir hasta que tuve una última versión. Estoy contenta con el resultado.

Cuéntame, grosso modo, de qué va tu novela.

Va de una chica que está a punto de cumplir treinta años, como yo, casualmente. Es periodista, neurótica, despistada, torpe, divertida. Ha tenido varios desengaños sentimentales y ahora está sola. Su vida sentimental es un caos desde que se separara de su novio meses atrás. Es periodista de una revista del corazón que, como todos los medios de comunicación, está sufriendo una crisis y corren rumores de que van a caer cabezas. Debido a tantos problemas va al psicólogo, pero un día que tiene sesión, sucede algo inesperado. El único hombre que le entiende en el mundo, su terapeuta, muere en un accidente de tráfico. Y, lo peor, sin comerlo ni beberlo las cenizas de su psicólogo llegan a sus manos. A partir de ahí comienzan una serie de aventuras locas y divertidas para ella y dos amigas, que también eran pacientes del psicólogo. Además, tiene una historia de amor con alguien de quien no debía enamorarse. Un clásico.

Tengo que preguntártelo. ¿Hay algo de autobiográfico en tu libro?

Hay cosas, sí. No te voy a decir que todo, porque todo no es. Pero sí que hay experiencias que he tenido yo o amigas mías. Hay quien dice que yo parezco un personaje de sit-com. No sé si será verdad, pero sí que me pasan cosas divertidas. Luego te ríes, pero en el momento lo pasas fatal.

¿Crees que es un libro sólo para chicas?

No lo creo. Aunque sí estoy segura de que muchas chicas que han pasado por los veintimuchos o los treintaypocos se van a sentir identificadas. O aquellas que están por llegar pueden ver lo que se les puede avecinar. Los miedos. Las inseguridades. Los temores a perder el trabajo. El hecho de pensar que el amor no existe, que es un invento de los poetas. Pero yo creo que, por traslación, ésas sensaciones las pueden tener también los chicos. Tampoco es un libro heterosexual. No es cuestión de su orientación sexual o de género para que guste a o no a la gente. Hay muchos hombres que han ido al cine a ver ‘Bridget Jones’ o que se tragaron todas las temporadas de ‘Sexo en Nueva York’. Lo puede leer cualquiera, pero, eso sí, los conflictos pertenecen a mujeres que están en esa edad que te he dicho antes.

¿Qué diferencias has encontrado entre escribir un guion de cine o una novela?

Yo me lo he tomado como si fuera un guion de cine. Primero hice una sinopsis corta. Luego una sinopsis larga. Después una escaleta bastante planificada y cerrada. Luego es verdad que escribiendo ya la novela propiamente dicha surgen cosas. Haces cambios. Tramas nuevas. Vas acoplándote. Exactamente como con un guion de cine. Lo que pasa es que en un guion la capacidad de síntesis tiene que ser mayor. No puedes meterlo todo. De hecho, la mayor parte de lo que se te ocurre se queda fuera. En una novela no es tan así.

Otra diferencia que he encontrado es que no tienes que estar pendiente del presupuesto como en una película. De hecho, no hay presupuesto. Puedes meter naves espaciales si quieres. Nadie te va a decir que eso es demasiado caro.

¿Crees que tu novela podría convertirse en una película como ha pasado con «No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas»?

Creo que sí, pero, claro, es muy complicado. Es algo que sólo sería planteable si la novela funcionara muy bien y si, llegado el caso, un productor decidiera apostar por ella. «No culpes al karma», de Laura Norton, vendió muchísimos ejemplares y ahora seguro que la peli tiene mucho éxito. Sería un sueño, la verdad, pero, de momento, voy a dedicarme a disfrutar de la publicación del libro.

Ésta es la típica pregunta que se le suele hacer a los escritores para que a los lectores les quede claro. ¿Dónde se puede comprar el libro?

La idea es que esté disponible en prácticamente cualquier librería de España. Sé que estará en El Corte Inglés, en la Casa del Libro, en Planeta de Libros y, por supuesto, en Amazon.

Muchas gracias, Rita, que tengas mucha suerte con esta publicación.

Gracias a ti, Luis. Encantada de volver a verte.