Dónde se encuentra la inspiración

A menudo, cuando conoces a alguien en una fiesta o cena, te pregunta en qué trabajas y le dices que eres guionista (O creativo. O inventor de empresas. O creador de aplicaciones) se sorprenden. Si no se dedican a lo mismo, claro está. Y la segunda pregunta que suelen hacerte es cómo se te ocurren tantas ideas. Muchos hablarán de inspiración, de musas o de fantasmas. Otros se hincharán de orgullo. Pero lo cierto es que las ideas, como se suele decir a menudo, están en el aire. Sólo hace falta estar alerta para atraparlas, como si fuera moscas que pululan por encima de nuestras cabezas.

Las ideas son 10% inspiración y 90% trabajo, esfuerzo, oficio. Hay que currárselo mucho para encontrar la adecuada y, sobre todo, cambiar la actitud ante la vida. Hay que dejar de ser simples oyentes para convertirse en escuchantes. Hay que vivir en permanente estado de observación, de alerta, como el vigía que está constantemente atento por si hay algún movimiento en la línea enemiga. Hay que ser curioso, preguntar, buscar, mirar.

Te vamos a contar algunos recursos que podéis utilizar para encontrar ideas para vuestras series, películas, programas, aplicaciones o, incluso, empresas.

Leer, leer, leer

Es indudable que para dedicarse a esto, tiene que gustarte mucho la lectura. Pero de verdad, no la de colocar los libros en la estantería porque quedan bien. Tampoco comprar revistas de ésas que dan buena impresión si las pones sobre la mesa de centro, pero que sólo hojeas para ver las fotos. Leyendo novelas, se te pueden ocurrir tramas, puedes mezclar personajes, te puede saltar la chispa. Leyendo la prensa puedes dar con historias originales porque la realidad muchas veces supera la ficción, puedes encontrar un personaje real que inspire una historia inventada. Leyendo blogs puedes darte cuenta de las necesidades de la gente a través de los comentarios. Recuerda que una buena idea es aquella que viene a satisfacer una necesidad ya existente, ya sea a través de un producto audiovisual, una aplicación o una empresa.

Ver mucha televisión y mucho cine

Obvio. Si lo que quieres es crear una serie de televisión, ver al menos un capítulo de todo lo que se hace, o de casi todo, es importante. Luego, claro está, profundiza en aquello que de verdad te gusta o te interesa. Si lo que deseas es crear  un programa de televisión, más de lo mismo. Si quieres tener la idea para una película, conviene, no sólo ver mucho cine, sino también estar al tanto del cine que no ves. Es fundamental hacer un análisis de lo que se estrena para saber lo que tendría cabida en el mercado. Una vez más volvemos a la idea de satisfacer una necesidad. De todos los visionados se puede extraer una vuelta de tuerca, referentes, de una idea pueden surgir otras. Es una manera de activar los mecanismos de la creatividad.

Ser muy social, conocer mucha gente

Piensa que cada persona que conozcas se puede traducir en una fuente de ideas. No porque le robes las suyas, sino porque esa persona tiene una vida y conoce a otras personas que también tienen la suya. En vuestras conversaciones habrá intercambio de información constante. Sabrás las cosas que le pasan a ella y a sus conocidos. Os contaréis anécdotas. Hablaréis de otras personas. Piensa que cada uno de esos intercambios de información puede ser el germen de una idea: una historia curiosa, un personaje, una necesidad. Por otro lado, hablar con la gente también te hacer saber qué le gusta, que están buscando y, una vez más, qué necesitan.

Ser muy observador  fuera de tu casa

Un viaje en el metro puede ser apasionante. Mira alrededor, escucha conversaciones (no te tienes que sentir cotilla por esto), observa aspectos y gestos de personas. Todo esto te puede dar unos diálogos acertados, unos personajes perfectos. Si estás al tanto de lo que habla la gente en la calle, estarás al pie de la realidad. Esto, aunque parezca contradictorio, es el primer paso para la creatividad. Lo dicho para un viaje en metro, vale para una visita al mercado, un paseo por un parque o cualquier experiencia en un lugar público.

La famosa vuelta de tuerca

Cada una de las ideas que os surjan de las cuatro anteriores fuentes posiblemente necesitarán una vuelta de tuerca. Buscar un más allá para encontrar la originalidad. Por ejemplo, hay que tratar de encontrarle sentido a aquellas cosas que aparentemente no tengan explicación, buscar lo hilos ocultos. Siempre es importante intentar sorprender. Los que estén encargados de comprar las ideas lo agradecerán.

Pero nada de esto servirá si no estás en un permanente estado de alerta, en modo esponja para absorber toda la información que recibes, procesarla, madurarla, pulirla y encontrar tu maravillosa idea. Si no la agarras tú, será otro el que lo haga. Será solo cuestión de tiempo.

Y tan apasionante como el proceso de búsqueda de la idea, es la maduración y el posterior cocinado de la misma. Pero esto será otro día.

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