La semana que viene tengo una importante reunión para vender un guion. De hecho, es la productora más importante a la que le intento colocar un libreto. Digamos que una de las gordas.
Y, claro, hay que estudiar pormenorizadamente esos quince minutos que tendré desde que entro en la sala y saludo a las personas que me reciban hasta que finalmente les diga adiós y me vaya a mi casa pensando qué no he hecho bien.
Hay que ser consciente de que es muy difícil, de que hay muchos guionistas tratando de vender su guion, algunos con más nombre y trayectoria, otros sin experiencia.
El guion ya está escrito y el pitch preparado, pero… ¿qué debo hacer para no cagarla?
No cagarla.
No meter la pata.
En esas reuniones es tan importante lo que haces como lo que no haces.
¿Qué no debo hacer en una reunión para vender mi guion?
Pues me he hecho un decálogo de cosas que creo que, basándome en mis experiencias previas en este tipo de reuniones, no debo hacer bajo ningún concepto.
1.- No ir mal vestido o sin duchar
Parece obvio, ¿verdad?
No debes ir desarreglado, pero tampoco como si fueras a una boda. Es decir, nada de ir vestido de pingüino ni tampoco en chándal o sucedáneos. Ni demasiado casual ni excesivamente elegante. Yo me planteo que debes ir vestido como si tuvieras una cita a ciegas y quisieras causar buena impresión a ese desconocido/a que no sabes si es de tu rollo o no.
Y lo de ducharse, por descontado. Los directivos de las cadenas y las productoras tienen muy desarrollado el sentido del olfato. En principio es para captar talento, pero es lo que tiene el buen olfato, que lo hueles todo. Y hablando de oler, evita los perfumes demasiado olorosos.
2.- No aceptar el agua que te ofrecen
Existe mucho debate entre los guionistas en si aceptar el agua que te ofrecen o no, sobre todo si quien te la ofrece es la persona a la que tienes que vender el guion. Porque, claro, te hacen la pregunta de cortesía: «¿Quieres tomar algo? ¿Agua? ¿Café?». Si les dices que sí, se tienen que volver a levantar e ir a por lo que les has pedido. No es una buena manera de comenzar.
Por eso, para que no se te seque la boca mientras haces tu discurso, mejor ve bebido. Bebido de agua, se entiende. Pero sin pasarse, porque te entrarán ganar de orinar. Y hacer un discurso con esta necesidad fisiológica tampoco es recomendable.
3.- No ir sin la lección aprendida
Es decir, te debes preparar el pitch concienzudamente. Nunca mejor dicho, te debes saber tu película al dedillo. Has de haberlo escrito, haber preparado dónde poner más énfasis y haber elegido la mejor forma de contar los giros.
No vayas sin haberlo ensayado en casa frente al espejo, sin haberte cronometrado si hace falta para no pasarte de tiempo ni quedarte corto. Porque debes sabértelo tan bien que te debe salir natural.
4.- No llevar el guion impreso
La Amazonia te lo agradecerá. No te gastes dinero en tinta, papel y encuadernación. Si les interesa tu pitch, te pedirán el guion y se lo enviarás por email. Ellos ya lo imprimirán si lo ven necesario. La mayoría de los lectores de guion ya leen en la pantalla del ordenador. O en una tableta. O en un Kindle.
Si llevas el guion impreso quizá les parezcas un poco abrumador. O demasiado optimista.
5. No ir sin un apoyo visual
El cine es ante todo visual. Tu guion debe convertirse en imágenes que juntas y con audio conformarán una película. Y, por este motivo, cuanto más visual sea tu presentación, mejor.
¿Cómo lo hace visual si no has tenido tiempo ni presupuesto para grabar un teaser?
Prepárate un flyer con una o varias imágenes que creas que definan tu guion. Imágenes que hayas encontrado por Internet o que hayas creado o diseñado tú mismo. Contrata un diseñador gráfico si es necesario.
O, si no llevas un Flyer, prepara una presentación visual y exponla a medida que hablas con la ayuda de una tableta.
6. No ir directamente a hacer el pitch
Normalmente, antes de empezar directamente a hablar de tu película, hay una conversación sobre temas banales: el tiempo, el tráfico, si te ha costado aparcar, si hay huelga de metro…
Pero, además, debes contar algo antes de empezar directamente con tu pitch. Una buena manera es contar quién eres (si es que no te conocen) o decirles en qué otros proyectos andas metido en el momento. Y otra manera recurrente es contar la historia de la historia. Es decir, como se te ocurrió tu idea para la película, si es que la manera en que pasó puede resultar interesante o viene al hilo.
7.- No haber previsto las posibles preguntas que te puedan hacer
Es un clásico. Al final de tu exposición te suelen hacer preguntas para pillar. O no para pillar, sino porque se les plantean a ellos. Su objetivo último es saber cuánto has pensado en tu guion. En tu película.
Preguntas del tipo: ¿A qué actriz verías en el papel protagonista? ¿Quién crees que se puede identificar con ese personaje? ¿Cuál es el tema de tu película? ¿Y el mensaje que quieres transmitir? ¿Cuánto crees que es el presupuesto? ¿Qué director te gustaría que la dirigiera?
Te recomiendo que te tomes veinte minutos para pensar en todas las posibles preguntas que crees que te pudieran hacer y que tengas meridianamente claras las respuestas.
8.- No califiques tu guion
Es posible que pienses que tu guion es buenísimo o que la historia es súper original. No lo digas. No queda bien. El guion se tiene que calificar por su lectura y es quien lo lea el que debe evaluar la calidad y originalidad del mismo. No se te ocurra afirmar que es muy novedoso, que nadie ha hecho algo así. Evita los adjetivos.
Te lo digo por tu bien.
9.- No descalifiques los guiones de otras películas
El mundo del cine, en el fondo, es muy pequeño. No sabes si tu interlocutor ha trabajado o conoce a alguien que ha trabajado en esa película que tú consideras mala. O peor aún, como los gustos, en el fondo, son muy variados, quizá a la persona que le tienes que vender el guion, esa película que a ti te parece horrorosa le encantó.
10.- No hables de política ni de fútbol
No sabes de qué partido político ni de qué equipo es la persona a la que le tienes que vender el guion. Puede ser del contrario al tuyo. Hay gente que se toma muy en serio estos dos asuntos. No te arriesgues a que esta pequeña tontería, una simple discrepancia en estos temas, arruine tu sueño de vender tu guion.
[mc4wp_form]
Yo estoy leyendo artículos y llegue acá lo que sucede esque tuve un sueño y cuando desperté sentí una explosión en mi cabeza soñé prácticamente una historia llore había suspenso misterio y un montón de cosas y todo encajaba a la perfección nunca había tenido un sueño así y creo que podría escribir algo pero como nunca pensé en estas cosas no se como comenzar creo que fue una cosa fantástica mientras desayunaba con mi novio le conté la historia de todo como soñé el estaba fascinado y ya tenia que irme a trabajar y me decía y que paso después y que paso después llegue tarde al trabajo porque le conté asta el final me dijo rayos es como una película deberías buscar escribirla que consejo me da
¿Y a qué estás esperando? Abrazos.
Pues yo tengo la historia de mi historia y también he pensado en los actores y actrices que me parecen talentosos para encarnar mis personajes. es más, cuando escribía me los imaginaba. también he pensado en el mejor director, en mi caso, directora, que a mi modo de ver sabría traducir mi guión en una buena serie. gracias por tus consejos. los voy a considerar todos.
Hermes Alvarenga
¡Mucha suerte con tu historia, Hermes!
Recién voy por el segundo punto pero por favor, qué cosa más ridícula. Qué somos, ¿robots? ¿No tenemos cerebro? Si tenés ganas de aceptar el agua, aceptala. Si querés café, elegí el café. Si no quieren volver a pararse que no lo ofrezcan. ¿Qué clase de guión puede escribir alguien que seguiría este consejo? Uno muy aburrido, sin duda.
Todos los comentarios son respetables, Juan.
…aunque no todos son respetuosos.
Luis,como siempre, tus approachs son maravillosos! Te felicito e agradesco.
Gracias, Rose.
Luis, qué interesante! Una pregunta, nunca se me habría ocurrido lo del flyer, qué herramientas podríamos usar para llevar algo grabado?
Mucha suerte!!
Hola, Gemma. Pues ahí no sé qué decirte. Habría que grabar unos planos con una cámara y luego hacer un montaje y postproducción con los programas adecuados.