27 Nov Cursos de guion y otras maneras de ser guionista
Por LUIS MURILLO MORENO
Hace años, muchos años, cuando yo empecé a juntar palabras para formar escenas, y luego sumaba las escenas para construir secuencias, y después ordenaba las secuencias para contar una historia, no había cursos de guion. Ni libros para estudiar la «carrera» de guionista.
Yo lo aprendí todo leyendo «El Plazo», un guion que escribió Narciso Ibáñez Serrador sobre mi obra de teatro titulada «Equipaje de sombras». Un guion sumamente eficaz donde se cumplían a rajatabla las tres reglas básicas del thriller de terror: un planteamiento original, un desarrollo con interés in crescendo y un desenlace inesperado pero lógico.
Bueno, todo, lo que se dice todo, no. Ni siquiera lo sé todo ahora, puesto que ésta es una profesión en la que se ha de estar en un aprendizaje constante. Pero sí puedo decir que fue un curso de guion acelerado.
LOS CURSOS DE GUION
Hoy, por el contrario, hay de todo. Innumerables cursos de guion, tanto impartidos desde el sector público como por profesionales a nivel privado. Decenas, centenares de profesores de guion. Incontables libros para aprender a escribir guiones, tanto traducciones de los grandes gurús norteamericanos como de los gurús autóctonos. Y, además, están las masters classes. Se invita a guionistas estadounidenses a dar «clases magistrales» y se les escucha con auténtica reverencia. Y, por supuesto, muchas de sus afirmaciones realmente son dogmas de fe y se intentan poner en práctica.
Escribir guiones posee una doble vertiente: arte y oficio. Arte porque la creación de una historia es un ejercicio donde entran en juego elementos y facultades como la imaginación, la fantasía, la capacidad elucubrativa, la lógica, la insistencia, la pasión, la fe en uno mismo, etc. Y es oficio porque el guionista pertenece a una industria y se tiene que someter a las reglas que ésta impone. En consecuencia, conviene aprender estas normas prácticas
Es decir, hoy, quien desee convertirse en guionista de cine tiene a su alcance numerosas oportunidades para aprender la teoría y práctica del guion y, muchos de ellos, a precios razonables. Estos cursos, presenciales, tutoriales, online, etc., poseen cada uno su metodología en función del tipo de alumnos al que van dirigidos. Muchos, repetimos, suelen ser eficaces. Nosotros, en CREAMUNDI, hemos optado por el modo mentoring, por convertirnos en tutores de proyectos, en base a las razones que aducimos aquí.
MINICURSO DE INICIO
Si deseas ser guionista y no quieres, o no puedes, hacer ninguno de dichos cursos, bien por razones económicas o por falta de tiempo, te propongo este minicurso de inicio a tu actividad de guionista. Un minicurso que deberías complementar con un curso más amplio en el futuro.
1.- Ve muchas películas e intenta adivinar lo que va a pasar antes de que ocurra en pantalla.
2.- Lee el guion de dos o tres películas de éxito de los siguientes géneros: drama familiar, comedia romántica, thriller , terror y aventura.
3.- Crea una buena historia. Pero no pienses que tienes una buena historia hasta que la des a conocer y la opinión sea mayoritariamente favorable.
4.- Ten claro lo que es una idea, una sinopsis, un tratamiento, una escaleta y un guion. No te saltes ningún paso del citado proceso creativo.
5.- No cuentes con palabras en el guion lo que se está viendo en imagen.
6.- No metas en el guion ninguna escena o secuencia innecesarias.
7.- Al espectador le puedes ocultar información, pero no le engañes JAMÁS.
8.- No te saltes nunca la lógica. Te pillarán enseguida.
9.- No te obsesiones con poner «diálogos inteligentes». La linea divisoria entre «inteligencia» y «estupidez» no mide más de un escuálido cabello. Con que los diálogos sean eficaces es suficiente.
10.- Una vez escrito el guion, consigue que lo lean algunos familiares y amigos, seguro que sus comentarios te ayudarán a enriquecerlo.
EL ALMA DEL GUION
Sin embargo, dominar la teoría y la práctica la mayoría de las veces no es suficiente para escribir un buen guion. Sobre todo, porque hay que insuflarle un alma. Algo que no se puede aprender en ninguno de las numerosas lecciones de dichos cursos por la sencilla razón de que no lo puede explicar ningún profesor.
¿Que qué es «el alma de un guion»?
Pues… ya me gustaría a mí saberlo para poder explicarlo. El alma, como nos enseña la teología, es algo intocable, etéreo, espiritual, invisible… Nadie la ha visto y, por tanto, no se puede describir con palabras.
Sólo se puede sentir… en tu propia alma.
Yo la he sentido, por ejemplo, en Ladrón de bicicletas, Johnny cogió su fusil, Campeón, Casablanca, La vida es bella, Cinema paradiso, Los puentes de Madison, El niño con el pijama a rayas…
Si logras transmitir «alma» a tus guiones, seguro que triunfarás.