
05 Oct Cuatro supuestos en los que el guionista puede romper la cuarta pared
Por LUIS MURILLO ARIAS Seguir a @lmurilloarias
Ojo, no estamos hablando de que tú, guionista, te cabrees y le des puñetazos a la pared de tu casa porque no te sale una escena o porque te han rechazado un guion en una productora de cine o televisión. Lo de romper la cuarta pared, como imaginarás, es algo metafórico. Se refiere a cuando los personajes de una película, serie de televisión u obra de teatro se dirigen directamente al público o al espectador. Lo que viene a ser mirar o hablar a cámara.
Esta frase o expresión es originaria del teatro del siglo XIX, cuando el escenario estaba construido en cajas de tres paredes, que podían ser manipuladas para simular cualquier lugar. La cuarta pared era la imaginaria entre el citado escenario y el público. Cuando alguna obra tenía personajes que se dirigían a la audiencia, se decía que estaba rompiendo la cuarta pared.
Hoy día es una de las herramientas más utilizadas, tanto en cine, como en series de televisión y teatro. Por eso llama la atención cuando un productor ve como algo muy moderno que un personaje hable a cámara, si se lleva haciendo casi 200 años.
Podéis ver en el siguiente vídeo cómo el guionista y director sevillano José Francisco Ortuño explica visualmente qué es romper la cuarta pared.
Gracias a este recurso se crea un momento de conexión directa con la audiencia en un nivel más personal, permitiéndole convertirse en algo más que un mero espectador. Casi como si estuviera participando de la acción. Sin embargo, si se utiliza mal, puede resultar falso o forzado y provocar que el objetivo de la historia se venga abajo.
Aunque ya cuando lo hizo ‘Sexo en Nueva York’ a comienzos de siglo, a algunos productores y directivos de cadenas les pareció novedosísimo, en los últimos años, dos películas y una serie han vuelto a poner de moda lo de hablar directamente a cámara. Se trata del film de superhéroes ‘Deadpool’, de ‘La Gran Apuesta’ y de la serie de Netflix más famosa antes de la llegada de ‘Narcos’ y ‘Stranger Things’. Es decir, ‘House of Cards’.
Es posible que debido al éxito de estas tres obras audiovisuales haya muchos guionistas aventurándose a escribir guiones de largometraje o proyectos de series de televisión que incluyan como característica romper la cuarta pared.
Si tú, guionista, quieres romperla, te explico a continuación cuáles son los supuestos en los que se puede hacer de la mejor manera.
En la comedia
Éste es el género más utilizado para romper la cuarta pared aunque hay que hacerlo con moderación. De esta manera se puede crear más impacto o sorpresa, lo que lo hace más efectivo. En la película ‘Deadpool’ se utiliza para momentos cómicos cada cierto tiempo, por ejemplo. No emplees este recurso de romper la cuarta pared sin sentido. Si lo haces, tiene que ser para abordarlo de una manera diferente y novedosa, no sólo por el simple hecho de utilizarlo.
Para que funcione esta técnica en comedia, los chistes deben salirse del guion para que tengan más eficacia. Esto, por ejemplo, se aplica muy bien en el descacharrante product placement de ‘El mundo de Wayne’. En ella, la escena se para sólo para soltar los chistes directamente a la audiencia. Es como si estuviera fuera del guion, aunque realmente estaba escrito.
Así que si lo vas a usar en comedia, asegúrate de que lo estás haciendo saliéndote del aparente guion y tienes un buen y sorprendente chiste que contar.
Intimidad con los personajes
Romper la cuarta pared es una buena manera de crear conexión entre un personaje y el espectador. Tanto si es para un drama como para una comedia, cuando un personaje se para y se dirige a la audiencia, la conexión está hecha. Y esto funciona mucho más en una película o en una serie de televisión que en el teatro, donde el espectador está rodeado de gente. Cuando ves a un personaje dirigiéndose a ti en primer plano en una pantalla grande, piensas que te lo está diciendo directamente a ti. Permite al espectador entrar dentro de la película, dentro del drama, la acción o las payasadas. Cuando un personaje comparte sus pensamientos y sentimientos contigo, te metes de lleno en la película o la serie.
Información y exposición
Una película como ‘La gran apuesta’ posee un gran número de términos económicos o situaciones que la gran mayoría de la audiencia no entiende, sobre todo en los límites de una cinta de dos horas. En ese caso, el uso de este recurso como información o exposición es muy útil. Cuando un largometraje es complicado de entender, a veces romper la cuarta pared sirve para explicarlo mejor.
En esta película se trata de explicar al mundo el por qué de la crisis económica mundial del año 2008. Ryan Gosling es el narrador y habla mucho a cámara directamente al espectador. También hay cameos de otros actores famosos. Fue una manera ingeniosa de compartir la información difícil de explicar sin que resultara demasiado tediosa.
Si quisieras dar este tipo de información mediante diálogos, a veces se hace demasiado complicado de seguir y el espectador se pierde. Sin embargo, rompiendo la cuarta pared puede ser un recurso útil para hacer la película más comprensible.
En la película de Martin Scorsese ‘Uno de los Nuestros’ se produce uno de los momentos más legendarios de este recurso. El film tiene un narrador, el personaje protagonizado por Ray Liotta, que al final explica el resultado de los acontecimientos que hemos ido viendo. Se trata de un montón de información. Scorsese y sus guionistas decidieron romper el hilo narrativo y que Henry, el personaje, hablara a cámara. Aparte de servir como recurso explicativo, este momento también ofrece un alto grado de intimidad.
Romper la cuarta pared es una manera creativa de solventar situaciones complicadas en un guion cuando es necesario compartir información u ofrecer una explicación.
Para inquietar al espectador
También se puede utilizar esta técnica de una manera diferente a los tres puntos de los que te hablado anteriormente, de manera especial en una película de terror o en un thriller psicológico. Que un personaje mire fijamente a la audiencia sin duda genera un momento perturbador. De este modo se introduce al espectador en la situación terrorífica o de suspense y se lleva a esos personajes inquietantes al salón de las casas ajenas.
Hay guionistas que tienen aversión a utilizar este tipo de trucos. Desde luego, hay que tener cuidado, porque si no se utilizan bien, pueden sacar al espectador de la historia. Pero los ejemplos mostrados de películas solventes demuestran que hay lugar para este recurso. Puede brillar en la comedia, acercando al espectador a los personajes. Sirve también para informar o explicar de una manera estilística creativa. Y funciona para desestabilizar a la audiencia, lo justo para darle ese punto de inquietud que busca al ver una película de género.
Eso sí, piénsalo mucho para utilizar el recurso de una manera inteligente.