
27 Jun Cómo construir un personaje de ficción
Una historia se puede construir desde los personajes o desde la trama pero si quieres que sea completamente sólida no debes descuidar ninguno de los dos aspectos.
A lo hora de plantear un guión de cine o un proyecto de serie de televisión es indispensable pararse a pensar sobre los personajes, fundamentalmente sobre los protagonistas.
Y esto me lleva a una reflexión: ¿qué distingue a un gran personaje de ficción de uno del montón? ¿Cómo puedes destacar? Y esto me plantea otra duda… ¿cuánto hay que contar de un personaje en la descripción que hay que hacer en un dossier para vender tu proyecto?
A todas estas preguntas quiero, de alguna manera, dar respuesta en las próximas líneas.

Claves para construir un buen personaje de ficción
Como sabes, el arte de la escritura de guiones, aun cuando hay ciertos criterios objetivos, responde a muchos otros subjetivos.
Desde mi experiencia, te voy a dar algunas características que creo que debe tener tu personaje para destacar por encima de otros.
– Debe tener un objetivo y obstáculos para conseguirlo. Es decir, todas o la mayoría de sus acciones deben ir encaminadas a lograr su meta, a veces consciente, en ocasiones inconsciente. En esto se basa la teoría del guión, en que lo que interesa al espectador es cómo el protagonista va solventando esos problemas que se le van presentando.
– Debe tener un conflicto, un problema al cuál debe dar solución. Si tu personaje no tiene conflicto no interesará al espectador. El conflicto puede ser externo (el antagonista que impide que el protagonista logre el objetivo) o interno (su principal problema se encuentra dentro de su propia naturaleza).
– Debe tener tanto fortalezas como debilidades. Superman es un superhéroe con superpoderes, pero tiene una gran debilidad: la criptonita.
– No debe ser ni muy bueno, ni muy malo. Nadie es excepcionalmente bueno con todo el mundo, siempre hay alguien a quien le haces la puñeta o, en ocasiones, aflora el egoísta que todos llevamos dentro. Lo mismo ocurre con los antagonistas, un malo de opereta, que es malo siempre y no quiere a nadie, no interesa. Cuánto más matices tenga tu personaje, mucho mejor, se alejará del personaje plano que queremos desechar.
– Si tu personaje tiene un dilema moral, crece mucho. Lo hace mucho más interesante. Lo dije en esta entrevista que me hizo Nico Romero y que él destacó en el titular. Pongo como ejemplo, mi serie Parot. Su protagonista, Isabel Mora, es la encargada de investigar el caso de un asesino que está matando a todos los excarcelados de la misma forma en la que ellos asesinaron a sus víctimas, pero la implicación de ella en el caso va mucho más allá, ya que fue violada por uno de los excarcelados. Esto hace que ella se encuentre en la tesitura de tener que defender a su violador de su posible asesino. Se le plantea un dilema moral.
– El espectador debe empatizar con tu personaje y puede hacerlo de dos maneras: identificándose con sus actos y emociones o, aun no compartiéndolos, entendiendo por qué actúa de la manera en que actúa. Esto ocurre, por ejemplo, con Walter White, el protagonista de Beaking Bad. Un hombre con una vida normal con una familia con problemas, que tras serle detectado un cáncer, decide comenzar a traficar con metanfetamina para dejarle a su familia un sustento para cuando él no esté. Normalmente, el espectador no se va a identificar con alguien que comete actos poco éticos e ilícitos, pero entiende por qué lo hace, aprueba su motivación.
Qué debes contar del personaje en tu dossier de venta
Antiguamente se solían hacer descripciones de personajes que podían ocupar hasta tres páginas, especialmente si era un protagonista.
Sin embargo, en los actuales dossieres de venta, se busca la síntesis, evitar la tendencia a contar características de personaje que no vayan a tener incidencia posteriormente en la trama.
Es decir, de nada sirve saber la vida y milagros del personaje anterior a la serie si después no se va a utilizar. Tampoco conocer sus hobbies si luego no los vas a contar.
Por eso, desde mi experiencia, y así se lo suelo decir a mis alumnos, lo mejor es no escribir más de media página por personaje, algo más si es el o la protagonista. Yo suelo seguir la siguiente fórmula y en este orden: nombre, edad, profesión, descripción de la personalidad con fortalezas y debilidades, conflicto, objetivo y obstáculos que le impiden conseguirlo.
Yo solo contaría el pasado del protagonista si tiene que ver con alguno de los elementos que te he mencionado anteriormente.
Por supuesto, en función del género o el tono de tu proyecto, así deben ser escritos tus personajes. Me explico: si, por ejemplo, tu proyecto es una comedia, cada uno de tus personajes debería tener una premisa cómica y, además, la manera en que está redactado el perfil debe hacer ver que se trata de una comedia.